ARTEFACTO E INSTRUMENTO EN UN DICCIONARIO DE ARQUEOLOGÍA DE BASE TEXTUAL

(Trabajo presentado al 2o Coloquio Latinoamericano de Analistas del Discurso. Buenos Aires-La Plata, 25 al 29 de agosto, 1997)

Giovanna Winchkler

 

INTRODUCCIÓN

Esta investigación tiene como objetivo realizar un diccionario del uso en análisis lítico, cuyo antecedente es mi Tesis doctoral (Winchkler, 1994), que se ha ido ampliando para incluir los materiales textuales originados por los arqueólogos de las universidades latinoamericanas. Como marco teórico la apoyan la idea constructivista de que el objeto de la ciencia, en este caso, la arqueología, en su aspecto del análisis lítico, se construye en los diversos textos en los cuales se utilizan las terminologías y modos de decir que conforman los distintos dominios de esta especialidad. A partir de los textos el análisis puede recuperar las formaciones discursivas que permiten agrupar los textos de los arqueólogos en paquetes identificables.

En el aspecto metodológico, se trabaja sobre el análisis del discurso derivado de Foucault (1969), Pecheux (1969), Courtine (1981) y otros (Marandin, 1979; Magariños, 1996), buscando la identificación de enunciados y su puesta en relación para la construcción de los conceptos mediante los cuales se maneja el arqueólogo. Esta corriente de análisis del discurso se diferencia de otras corrientes, entre las cuales está la que impulsa Teun Van Dijk. La que parte de Pecheux se caracteriza por una mayor proximidad a las formas sintácticas de la estructura textual. Con este análisis se obtiene como resultado lo que los terminólogos del enfoque conceptológico suelen afirmar como punto de partida para la estructuración semántica; algunos aportes de esta corriente de la terminología se tienen en cuenta para organizar los conceptos (Weissenhofer, 1995; Budin y Peschl, 1997).

RESULTADOS

El corpus puede describirse actualmente como compuesto por 22 textos de diversos arqueólogos latinoamericanos, de los cuales casi la mitad está constituida por los trabajos que presentaron en su momento propuestas próximas a una terminología, en cuanto se ocupan de descripciones de términos; entre ellos hay tipologías, glosarios, normas para la descripción y también conjuntos de definiciones convencionales. El resto, son textos diversos cuyos autores son arqueólogos que aplican, en forma crítica o no, las propuestas de esos trabajos sistemáticos.Los enunciados elaborados a partir de ese corpus -que constituyen las unidades de segmentación del mismo- son por ahora, aproximadamente 6000. Tanto estos enunciados como el mismo corpus van aumentando a medida que se incorporan trabajos y se van elaborando. Tal segmentación es manual; para el trabajo de síntesis y esquematización, realizo las búsquedas e indización por el NUD-IST, aplicación que además permite realizar otros procedimientos como árboles y organizaciones conceptuales.

La realización del trabajo en sus distintas instancias, fue encontrando determinados problemas.

El primer problema se refiere justamente a la integración de un corpus. Los trabajos que proponen terminologías en análisis lítico pueden ubicarse entre las décadas del ‘60 y avanzada la del ‘80; luego, aparecen utilizados en las descripciones de los objetos recuperados de sitios determinados, y también en los recientes trabajos de reflexión sobre aspectos tecnológicos, etc., en cuyas bibliografías se citan. Algunas propuestas individuales nuevas, respecto de algún término o algún concepto tecnológico, surgen de trabajos diversos, recientes. Un corpus que integre todos estos textos de diversos objetivos, ¿se puede decir que es homogéneo? La vigencia y representatividad de las propuestas ya clásicas, puede estar indicada por el uso, según consta en esas referencias bibliográficas de los trabajos recientes; la exhaustividad no es un objetivo de un diccionario del uso, cuya elaboración constituye una tarea permanente; los resultados del análisis se refieren a un corpus concreto estudiado y no a conceptos seleccionados ad hoc.

El segundo problema es el de la identificación de los enunciados, el cual se relaciona con el primero: cuando el corpus no es homogéneo, una solución posible para lograr la homogeneidad está en la selección de los enunciados.

Según los objetivos mencionados de esos trabajos, predominan en ellos distintas clases de enunciados, en cuanto al nivel de su referencia: en general, las propuestas terminológicas están constituidas por enunciados que describen términos, mientras que los trabajos de síntesis en los que se da cuenta de estudios de otras problemáticas, están constituidos por enunciados existenciales, que se refieren a los objetos concretos que en ellos se describen. Es sólo un predominio porque tanto en un caso como en el otro, aparecen textos que participan de ambas cualidades: las terminologías pueden estar organizadas a partir de la descripción de objetos concretos pertenecientes a referencias cronoespaciales concretas y los trabajos no terminológicos a veces presentan aspectos que sí lo son. La variedad de los enunciados que he recuperado de los textos incluye: definiciones canónicas y otras más laxas, indicaciones terminológicas, indicaciones tipológicas, descripciones de objetos concretos, etc. En cuanto a los conceptos a los que se relacionan los enunciados, los problemas se presentan porque un mismo término puede ser usado en la caracterización de una conducta artesanal o técnica, en la descripción del contexto espacial en el que se halló un objeto en una capa del sitio, en referencias a la explotación del ambiente o a la organización de un habitat, etc., a más de las relaciones terminológicas ya mencionadas. La sola presencia del término ¿es suficiente para seleccionarlo y elaborar un enunciado para el diccionario? No lo considero así en este trabajo, sino que he optado por seleccionar un término en un contexto determinado tal, que pueda con él construir un enunciado pertinente al aspecto descriptivo o sistemático, según corresponda, de los objetos líticos. Esto me obliga a leer cada texto del corpus, y organizar los enunciados "manualmente", mediante criterios explícitos (el primero de ellos, es que cada enunciado transporte una información mínima, en relación con el análisis lítico).

Es necesario encontrar una manera de elaborar los enunciados, tal que permita luego ponerlos en relación sin menoscabar la validez de los resultados. Los problemas principales son estos dos: enunciados existenciales/universales y términos utilizados para caracterizar conceptos ajenos al análisis lítico, si bien pertenecen quizá a la interpretación cultural correspondiente. El primero es un problema vinculado con el nivel de la referencia de los términos; el segundo, al concepto en el que se lo utiliza (pudiendo ser en cualquier nivel).

Me he encontrado con otros problemas que no caben en el espacio de esta presentación; sólo quiero decir al respecto, que, o se opta por intervenir en la conformación del conjunto de enunciados a obtener, o se opta por respetar la textualidad de los trabajos seleccionados, en este último caso cada enunciado necesita una cantidad de marcas, observaciones, etc., mediante las cuales se lo ubica en el contexto del diccionario; este último trabajo podría permitir enriquecer el conocimiento de las clases de textos arqueológicos y de los distintos discursos que eventualmente subyacen a la aparente unidad (y me refiero a ello en otro trabajo; Winchkler, 1997); pero sólo la primera de las opciones contribuye a realizar un diccionario como el presente.

Tras el trabajo realizado, una vez que he podido seleccionar los enunciados que me interesan de cada autor, mediante la búsqueda de términos ya en ese paquete, se forman conjuntos que se organizan en esquemas, los cuales son la base de las futuras definiciones.

Estos esquemas están organizados a partir de los siguientes criterios:

a) cada enunciado de aquel conjunto que contiene el término en estudio (aquí, "artefacto" e "instrumento") se refiere a algo, que no necesariamente es el término en estudio. O sea que el conjunto de enunciados seleccionado por contener un término en estudio, no constituye una selección respecto de un lugar funcional determinado que ese término tuviera en alguna unidad gramaticalmente definida; por ello tenemos, así, enunciados en los que el término en estudio aparece como aquello de lo que se habla, otros en los que aparece como una condición para poder hablar de otra cosa, otros en los que meramente se lo menciona, y, aún, teniendo en cuenta cómo se realizó la segmentación de cada texto del corpus, puede estar aislado, simplemente afirmado como perteneciente al dominio del análisis lítico, como frase nominal.

b) por lo tanto, es posible, dentro del conjunto de enunciados que contienen al término en estudio, organizar grupos de enunciados según de qué se esté hablando en ellos (por ejemplo, tomando el término "artefacto", se pueden diferenciar grupos en los que aparece la expresión "elaboración del artefacto" como aquello de lo que se habla, o "artefacto tallado" o "forma del artefacto", etc.).

Pueden también agruparse aquellos enunciados que constituyen definiciones explícitas de "artefacto": expresiones como "artefacto es...", "consideramos como artefacto...", que podemos considerar el aspecto intensional (que en adelante llamaré grupo 1) y aquellos que se refieren a los elementos que en estos textos se consideran incluidos en ARTEFACTO y que constituye el aspecto extensional (que en adelante llamaré grupo 8).

Una cantidad de enunciados del paquete que contiene los términos "artefacto" e "instrumento" pueden agruparse en torno de los términos "elaborar", "obtener", "fabricar", "manufacturar", "confeccionar" (como verbos o como verbos sustantivados), usados efectivamente, con diferente frecuencia, en los textos del corpus. Todos ellos tienen en común el hecho de referirse a objetos o procesos que intervienen en la producción del ARTEFACTO a partir de otra cosa, es decir, ARTEFACTO es aquello que resulta al ejecutarse determinadas operaciones en determinadas condiciones sobre determinados elementos (lo que constituirá el grupo 2). El verbo "trabajar" puede aparecer además, relacionado con otro grupo de términos, más específicos, como "desbastar", "lascar", "retocar", "retallar", etc. (constituye el grupo 3 desarrollado más abajo).

c) la organización del resto de los enunciados según el término con que se asocia el término en estudio, produce una variedad muy grande de agrupaciones o de asociaciones, cuyo análisis muestra que pueden agruparse conceptualmente según los enunciados se refieran a acciones o a aspectos descriptivos del objeto.

d) esas acciones también son variadas y pueden organizarse conceptualmente según los enunciados se refieran a (dejando de lado el ya mencionado grupo 2): acciones ejercidas con/sobre el ARTEFACTO o INSTRUMENTO (grupo 3); resultados de acciones ejercidas sobre el ARTEFACTO o INSTRUMENTO (grupo 4); uso/utilización del ARTEFACTO o INSTRUMENTO (grupo 7).

Respecto de esos tres grupos: en el grupo 3, incluyo los enunciados referentes a acciones que se ejercen, ya sea sobre, ya sea con, el ARTEFACTO, que tienen en común el hecho de que no se relacionan, como en el grupo 2, con la obtención del ARTEFACTO a partir de otra cosa, sino con aquellas acciones o situaciones en las que ARTEFACTO aparece como algo cuyo estado se modifica o a partir de lo cual -o con lo cual- pueden obtenerse otros elementos (instrumentos o formas-base para elaborar instrumentos; lascas; desperdicios). Aparecen aquí una cantidad de términos que suelen encontrarse con el doble uso de acción y resultado, lo que incluye las formas designadas igual que el proceso que las ha causado (por ejemplo, "lascado", "retoque", "tallado", "pulido", etc.; representados en general, por participios). El uso de "lascado", por ejemplo, no es en el sentido sustantivado en que en otros enunciados se habla de los lascados, sino en el sentido de adjetivo-participio, recuperando que se ha sometido el ARTEFACTO a la acción de lascar. De otro modo, no correspondería incluirlo en este grupo 4. Respecto de "tallado" y "pulido" o "pulimentado", etc., también hay las dos formas, la verbal y la que se refiere a sus efectos (artefacto pulido/artefacto con pulido, por ejemplo). Aunque se trata de resultados de una acción, los enunciados en los que aparecen estos términos contienen referencias a acciones, no a formas o a aspectos descriptivos. Por eso, podría ser que "lascado" se presentase además como forma, en cuyo caso se sustantivaba.

En cuanto a acciones, se completa con el grupo 7, que concentra los enunciados vinculados con el uso, la utilización, el destino, etc., del ARTEFACTO o INSTRUMENTO.

e) los aspectos descriptivos del objeto incluyen las referencias a: partes, áreas, zonas del ARTEFACTO o INSTRUMENTO, ya sea concretas (superficies, puntas, etc.) o virtuales (ejes, vistas, etc.), mediciones, índices, porcentajes, relaciones entre elementos que componen al ARTEFACTO o INSTRUMENTO, forma (excepto el grupo 5; ver más abajo) o diseño, cualidades e, incluso, evaluaciones de carácter subjetivo (el ARTEFACTO puede ser tosco, sencillo, pesado, burdo, etc.), con los que se integra el grupo 6.

Los enunciados del corpus estudiado, pueden referirse a partes o elementos del objeto, nuevamente tanto en el aspecto de su descripción, como en el aspecto de alguna acción, cuyo resultado sea esa parte o elemento, o que de alguna manera incida en tal parte o elemento. Ambas maneras de referirse a partes o elementos del objeto (o sea, aspectos descriptivos y aspectos relacionados con acciones), entran en este grupo 6; en cuanto forma, porque este grupo se define como aquel que agrupa a las formas y, en cuanto acción, porque considero que es útil diferenciar estos enunciados de aquellos que integran los grupos 2, 3, 4, donde las acciones que se realizan inciden en el ARTEFACTO (o INSTRUMENTO, etc.), en cuanto tal, es decir, sobre la pieza, y no sobre determinadas partes de ella. Por ejemplo, "regularización de los bordes del artefacto" se diferencia de los enunciados del grupo 3, ya que no tiene al ARTEFACTO como objetivo, sino a sus bordes. Este criterio puede permitir un mejor análisis de los aspectos intertextuales del corpus estudiado.

f) como ya dije, los textos del corpus incluyen enunciados de diversa índole, que pueden diferenciarse por su forma según constituyan definiciones, descripciones de objetos individuales, descripciones de tipos, etc.. Además, pueden diferenciarse también por sus objetivos, generales o específicos. Por objetivos generales, entiendo los textos que dan cuenta de la terminología independientemente de áreas o regiones o conjuntos provenientes de uno o más sitios específicos y, por objetivos específicos, entiendo: a) textos que dan cuenta de los resultados correspondientes a un sitio o problemática determinado, y entonces utilizan una selección muy restringida de la terminología, aplicada a la descripción de objetos concretos (un ejemplo serían la casi totalidad de los enunciados del grupo 5, referidos a la forma del artefacto en cuanto resultante de o relacionada con, acciones); b) textos que constituyen conjuntos de definiciones o textos que constituyen tipologías en los que tratan de abarcar un máximo de términos, pero también a partir de una problemática específica (conjuntos de artefactos recuperados de un sitio determinado, por ejemplo. Es el caso especialmente de las tipologías). Esta diversificación de los enunciados puede implicar aspectos conceptuales diferentes a los agrupados hasta aquí, y que puede ser más provechoso considerar por separado. El concepto de forma del ARTEFACTO en cuanto aquello que se obtiene, produce, elabora; en fin, como aquello sujeto a operaciones o a una tecnología y, por otro lado, el concepto de forma del ARTEFACTO en cuanto descripción de su estado, es ejemplo de esta apertura de la clasificación. Los aspectos vinculados a la descripción de la forma, aparecen en el grupo 6, ya mencionado; los que se relacionan con la acción tendiente a conseguir la forma, se encuentran en el grupo 5. En general, estos últimos, salvo alguna excepción, son enunciados correspondientes a los trabajos de un único autor, en los cuales el concepto de obtención premeditada y estandarizada de la forma tiene un énfasis especial.

CONCLUSIONES

Por último, para considerar la eficacia de estos criterios, hay que tener en cuenta que cualquier organización de los enunciados que se proponga, no es más que una de las organizaciones posibles. Los enunciados se refieren a acciones (ejercidas por, sobre, para, como, etc.), que son de distinta clase, no solamente porque son distintos los términos que las dicen, sino también porque son distintos los conceptos que es posible organizar con ellos. Los términos "desbaste", "lasqueo", etc., contribuyen a construir conceptos diferentes que los de "utilización", "uso", etc.; otros enunciados, se refieren a formas (en relación con aspectos descriptivos, de la pieza o de sus partes o elementos; en relación con acciones, ejercidas sobre, para, en cuanto resultado, etc., que inciden hacia el objeto o hacia la parte o elemento, etc.), otros se refieren a partes o elementos de la pieza (al igual que cuando la referencia es a las formas, hay enunciados que vinculan estas partes o elementos a acciones de distinta clase y otros que las vinculan a la forma en que tales partes o elementos se manifiestan); finalmente, hay enunciados que se refieren a mediciones, índices, porcentajes, relaciones diversas, en fin (que también pueden aparecer vinculados a acciones y a formas).

También hay que diferenciar los enunciados que constituyen definiciones explícitas del término en estudio (el aspecto intensional), los cuales pueden contener referencias diversas (acción diversa y/o forma, nuevamente) y es conveniente separar de los enunciados aquellas referencias que son clasificatorias en cuanto atribuyen a ARTEFACTO o INSTRUMENTO un universo de objetos (el aspecto extensional).

De muy pocos enunciados puede decirse que se refieren estrictamente a la acción o estrictamente a un aspecto descriptivo o a una forma. En general, pueden diferenciarse en los enunciados distintas posibilidades de organización y esta característica (que no es que sea original del discurso que estoy estudiando) es un indicio de la riqueza que podría ofrecer un tesauro o hipertexto, donde los datos se representan tridimensionalmente y no sea necesario definir rígidos ejes de clasificación, como en el papel.

Esta manera de trabajar se multiplica en una gran cantidad de términos más; sólo cuando todos estén elaborados, podrán completarse las relaciones (referencias cruzadas, etc.); la continuidad del trabajo se realiza sobre las líneas indicadas, con todas las mejoras, correciones y cambios que sean necesarios.

La metodología expuesta no es la definitiva; está en constante transformación. Casi cada paquete de palabras que enfrento, obliga a algún ajuste, no de criterios, ni de la orientación que estoy siguiendo, sino de operaciones concretas vinculadas con la metodología porque surgen carencias, problemas, aspectos no previstos, que hay que integrar coherentemente con los criterios anteriores.

Las reflexiones que he desarrollado surgieron a partir del tratamiento diferencial de los conjuntos de enunciados pertenecientes a los términos "artefacto" e "instrumento". El análisis de las diferencias entre ellos, parte de la comparación entre los grupos a cuya organización me acabo de referir.

BIBLIOGRAFÍA

Budin, G. y Peschl, M. F. (1997). Begriffs- und Wissensmodellierung aus Konnektionistischer Sicht. En Budin y Oeser (eds.) Beiträge zur Terminologie und Wissenstechnik:45-57. Wien: TermNet, IITF, series 7.

Courtine, J.-J. (1981). Analyse du discours politique. Langage 62.

Foucault, M. (1969). L'archéologie du savoir. Paris: Gallimard.

Pêcheux, M. (1969). Analyse automatique du discours. Paris: Dunod.

Magariños de Morentin, J. A. (1996). Los fundamentos lógicos de la semiótica y su práctica. Buenos Aires: Edicial

Marandin, J.-M. (1979). Problèmes d’analyse du discours. En Langages 55: 17-88.

Weissenhofer, p. (1995). Conceptology in terminology theory, semantics and word-formation. Wien: TermNet, IITF, series 6.

Winchkler, G. (1994). Terminología descriptiva aplicada al análisis de conjuntos líticos y recuperación de las estructuras cognitivas. UBA: Facultad de Filosofía y Letras; Tesis de doctorado, inédita

(1997) La arqueología como metasemiótica. Ponencia para el VIo Congreso de la Asociación Internacional de Estudios Semióticos a realizarse en Guadalajara, México, 13-18 julio 1997.

 

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